En la era digital es posible que las personas individuales puedan trabajar su propia marca personal. La marca personal es lo que la gente percibe de nuestro producto más ‘personal’: nosotros mismos.
Si analizamos las 4Ps serían:
Para conocer el producto a vender es necesario pensar. Reflexionar. Realizar una introspección y mirar dentro de nosotros mismos. Así podremos dar respuesta a estas cuestiones. No es fácil mirar ahí adentro, puede que por miedo a lo que podamos encontrar. Pero tenemos que aprender a mirar dentro de nosotros mismos, aprender a conocernos y aceptarnos tal y como somos hoy, para poder llegar a ser mañana.
Comentando el factor Promoción, hay que estar, y dejarse ver. Nuestras redes de contactos, y el especial protagonismo de las redes sociales 2.0 tienen mucho que ver. Las redes 2.0 facilitan encontrar empleo, pero hay que estar en ellas; más aún, saber estar en ellas. Instagram, Facebook, Twitter o Linkedin, son redes sociales cada vez más usadas por las empresas para la búsqueda de candidatos, por lo que tenemos que estar en ellas. Estar implica reflejar nuestro perfil profesional, objetivos y áreas de interés. Cuando la empresa use un filtro para la búsqueda de perfiles profesionales, tenemos que estar, y dejarnos ver. No es una forma activa de búsqueda de empleo, ya que no requiere intención explícita de buscar o cambiar de empleo; pero sí existe de forma implícita, ya que todos estamos abiertos a una posible oferta laboral que suponga un cambio positivo o una mejora. Con todo lo mencionado anteriormente, se hace evidente la necesidad de “cuidar el producto que vendemos“. Nuestra imagen. Especial cuidado con las fotografías que aparecen, los grupos a los que te asocias o a los que sigues y de lo que te haces fan. Esta es la cara B de las redes 2.0.
El encuentro personal, la entrevista, debe ser una continuación de ese Plan personal de Marketing. Comenzando por nuestra imagen, que es lo primero que se ve y lo primero que se queda, pasando por nuestra comunicación verbal y no verbal, madurez en la elaboración de respuestas y asociación de ideas, creatividad, entusiasmo, motivación… La confianza en sí mismo/a y la seguridad con la que expresan las ideas, apoyan la venta. Personas con alta autoestima, que impregnan seguridad y firmeza en sus palabras, son los mejores vendedores. Su producto se compra antes.
Saber venderse se compra mejor que saber, a secas. El mundo laboral está repleto de talentos no aprovechados por un mal marketing del producto, directamente relacionado con la falta de autoestima o de seguridad en sí mismos.
Ser, saber, saber estar, y saber venderte. “4-S” para tu mejor venta: TÚ.